¿Puedo ser empresario Pyme en otro país hispanoparlante?

Los hispanoparlantes formamos una comunidad de culturas que comparten muchos de sus valores, aparte de la lengua común, y ello favorece no solo las relaciones personales, sino además las profesionales, y los negocios cruzados entre nosotros y los países a que pertenecemos y donde residimos. Si antes el espacio y las distancias regían el paradigma de nuestras vidas y negocios, el nuevo paradigma se fundamenta en el tiempo y las relaciones, haciéndose alcanzables las distancias, tanto espaciales como sociales, y favoreciendo, por tanto, el tránsito de personas, finanzas y mercancías en el fenómeno que llamamos globalización.

En este nuevo contexto y por razones históricas que en este artículo no vamos a discernir, las culturas anglosajonas y aquellas que les son próximas (la canadiense del Quebec, las escandinavas, la de los Países Bajos, etc.) nos llevan años de ventaja en un proceso mercantil que conlleva flujos de mercancías, capitales, operarios, directivos y empresarios pymes (hombres y mujeres), entre países donde el inglés es lengua oficial o lengua koiné, ampliamente hablada en círculos mercantiles, profesionales e incluso familiares.

Nuestra lengua koiné es el castellano, que se habla en España, México, Centroamérica, Caribe y Sudamérica, siendo los países que hablan las lenguas hermanas, el portugués y el italiano, sede de culturas próximas a las nuestras.

Cómo ser empresario Pyme en otro país hispanoparlante

Obsérvese que hablamos de empresarios pymes, porque las grandes corporaciones, procedan de donde procedan, juegan en otra liga, la del gran capital  y es sabido que la globalización es una realidad cotidiana para finanzas y altos directivos.
Entonces, ¿en qué muleta profesional se apoyan dichas corporaciones para sus operaciones de finanzas corporativas? Las más habituales con las grandes auditoras, a las que tienen contratadas por ser empresas cotizadas que, deben, por tanto, publicar sus cuentas anuales, evolución del negocio y plan estratégico, para control por parte de sus accionistas.
El ‘peaje’ a pagar suele ser elevado, pero la ventaja que ofrecen es servicio local en todo país donde está representada la corporación cliente y elaboración de los estados financieros corporativos con criterios idénticos, sea cual sea la procedencia de los datos. Ello también permite trazar una política fiscal conveniente.
En su caso de empresario pyme (hombre o mujer) y respondiendo a la pregunta retórica del título, lo habitual es confiar en un gabinete profesional con presencia en España y América Latina, en el que le atiendan en su lengua y comprendan sus valores y ambiciones personales y profesionales para, de forma artesanal  y focalizada en usted y sus intereses, lleven a buen fin su nuevo proyecto empresarial.


Qué operaciones son susceptibles de ser realizadas con éxito

Dicho proyecto puede responder a distintas necesidades y circunstancias y citaremos algunas a título de ejemplo, sin que ello sea óbice para que usted presente una diferente para estudiarla. Una puede ser que usted o su sociedad caribeña tenga disponibilidad de un capital de inversión y desee adquirir una empresa del ramo en España, Portugal o Italia para crecer de forma inorgánica, crear sinergias (tecnología , materias, primas, etc.) y tener un pie en el mercado común de la UE, O quizá es usted un empresario venezolano y decide desinvertir su negocio para invertir en la UE con fines similares. Y viceversa, si es usted un empresario pyme italiano, portugués o español y desea adquirir una empresa del ramo en estos países o en México, Florida o Chile con motivos similares a los del empresario latinoamericano anterior y para poder llevar a cabo su expansión americana.  Otro caso es el del empresario pyme que llega a su edad de jubilación y se enfrenta a problemas de continuidad, deseando desinvertir y realizar en dinerario. Las relaciones con potenciales inversores de ambos continentes  favorecerán la adquisición.

Y el problema de la seguridad y los costes

Llegado este punto, hablamos de la pregunta del millón. Sea cual fuere la operación a realizar, deber estar asesorada por un gabinete profesional con presencia o socios locales, que compruebe la veracidad de los hechos técnicos, productivos y comerciales, y los datos proporcionados por la parte contraria, como escrituras y registros de propiedad, estados financieros, patentes y marcas, endeudamiento real y equilibrio económico-financiero, pasivo laboral, cumplimento fiscal y laboral, así como de otros requisitos legales .
Y en cualquier caso, las referencias de ambas partes, compradora y vendedora. No hacerlo así y de la mano de buenos profesionales, representa por supuesto, un ahorro de honorarios, pero puede resultar en pérdidas difíciles de ponderar.  Esos honorarios suelen ir a éxito, es decir, si la operación se perfecciona y las partes firman en el notario, se cobran en ese acto.
Es importante destacar el hecho, pues el cliente aporta a la firma de contrato de mandato, una provisión de fondos que cubre parcialmente los trabajos técnicos requeridos y el gabinete invierte el resto, de modo que, de no perfeccionarse la operación, pasa a gastos del cliente y del gabinete, mientras que si se perfecciona, el gabinete resta de sus honorarios de éxito el monto de la provisión avanzada por el cliente.
Es, pues, un win-win entre ganadores que un primer día se conocieron y tras explicarse, se dieron la confianza profesional necesaria para trabajar en equipo. No está de más recordar que lo barato suele salir caro.

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