Tic-tac... tic-tac... la Fase 1 de la desescalada en los Juzgados

Ya se acabaron las dulces noches durmiendo ininterrumpidamente hasta la mañana siguiente… en breve se levanta la suspensión de los plazos procesales, así que podemos volver a la normalidad. Noches de bruscos despertares y miles preguntas: “¿cuándo acaba el plazo?”, “¿el Procurador presentará el escrito mañana, que es último día de guardia?”, o “¿me dará tiempo a contestar la demanda si en medio tengo dos juicio y tres reuniones?”.

Preguntas sin respuestas hasta, por lo menos, la mañana siguiente. Intentamos buscar entre los cajones de nuestro cerebro aquella nota en la agenda que nos confirme que sí, que aún estamos en plazo, que no lo hemos dejado pasar y tenemos tiempo para cumplir con nuestro deber hacia el cliente.
Para el cliente, ciudadano o empresa que sea, quiere decir que la tutela judicial efectiva vuelve a desplegar todos sus efectos, ya que si no hay un término que regule los procedimientos judiciales, estos no llegarían nunca a su final y nadie obtendría el amparo de la Justicia. Justicia que ha estado “parada” por casi dos meses, como una instantánea fotográfica.

Si bien se han podido presentar escritos y demandas, no se abrían los términos para su tramitación. Como una botella que poco a poco se llena de agua sin que nadie la beba, inevitablemente el agua acabará fuera. Esto hace prever un próximo colapso del sistema Judicial. En consideración de los procedimientos suspendidos durante el parón, más los que se sumaron y los que probablemente caerán ahora, será importante armarse de paciencia si se quiere ir a juicio.

Otra posibilidad es escuchar la vieja máxima: “Mejor un mal acuerdo que un buen pleito.” El ciudadano y la empresa deben ser conscientes de que los abogados estamos también para arreglar las cosas fuera de los Juzgados. Que es importante disponer de asistencia legal también antes de entrar en sala, porque los Abogados somos buenos negociadores, podemos plasmar los acuerdos en un documento con garantías legales y así tutelar los intereses del ciudadano o empresa que los necesite. Mientras tanto, esperamos a que el reloj vuelva a moverse y a partir del 4 de junio volveremos a oír: “tic-tac, tic-tac…”
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